El Lliure presenta un cartel de prestigio y continuidad



Desgranó uno a uno los espectáculos del nuevo curso. Esta vez, sin un leitmotiv como el pasado año en que el Lliure congregó a un buen número de autores anglosajones. Si algunas etiquetas definen la nueva programación de Àlex Rigola y su equipo de dirección artística pueden ser la de continuidad o la de recuperación de éxitos de otros ejercicios y de un «monstruo de la escena» (Rigola dixit) como Flotats. El cartel, en el que no faltará el Circ Cric de Tortell Poltrona, incluye también gente de casa y montajes extranjeros de calidad. Todo en el que será el último año del Espai Lliure antes de dar paso al nuevo Lliure de Gràcia.

Rigola siempre está atento a los últimos hits escénicos. Lo hizo con Rock’n’roll, que se repondrá en fechas navideñas, y ahora repite en la apertura (día 17) con Nixon/Frost, de Peter Morgan, a partir de la entrevista televisiva en la que Nixon se disculpó por el Watergate. Lluís Marco será Nixon y Joan Carreras, el periodista David Frost. La obra llegará en dos formatos, uno más espectacular con lenguaje cinematográfico y recursos teatrales, y otro más desnudo, «unplugged», con lenguaje escénico y recursos audiovisuales. También volverá 2666 tres días en febrero, antes de ir a París, y Rigola cerrará el Espai Lliure con Dues dones que ballen, el último texto de Benet i Jornet.

El Lliure tiene una larga nómina de creadores residentes. En el año de las reposiciones, se recuperan dos éxitos de la antigua sede de Gràcia. Cesc Gelabert volverá con su aplaudido solo de una coreografía de Gerhard Bohner y el inclasificable Carles Santos repondrá La pantera imperial, con el coro en directo. Xavier Albertí, mientras, adaptará a Verdaguer en la apertura del Espai Lliure, donde debutará en enero como director residente Julio Manrique con American Buffalo, de Mamet. Carlota Subirós llevará a escena una adaptación de Alicia en el país de las maravillas y el monólogo La febre con Eduard Farelo en el Espai. Dictadura-transició-democràcia, con directores-creadores de cuatro generaciones que analizarán el año de su nacimiento, completa la oferta de la casa.

Una «confluencia de factores», según comentó Rigola, llevó a concretar la programación de El encuentro de Descartes con Pascal joven, que supondrá, a finales de febrero, la vuelta al Lliure de Josep Maria Flotats, y su debut en la sede Montjuïc, después de tres décadas de ausencia. Mucho menos ha tardado en llegar Albert Espinosa, aunque ya llevaba tiempo intentando hallar el momento de estrenar en un Espai Lliure que adora. Lo hará con una obra que versará sobre el sexo y de título casi inacabable: El fascinant noi que treia la llengua quan feia treballs manuals.

Jan Lawers, Christoph Marthaler, Heiner Müller, Daniel Veronese y Claudio Tolcachir componen el impactante quinteto de propuestas extranjeras . La de Marthaler, Riesenbutzbach (Una colònia permanent), fue la última obra cerrada de la programación, y no sin problemas. Su escenografía precisa de una boca de 18 metros, cuando la del Lliure tiene 15. Rigola, por otra parte, vulnerará su norma de no programar teatro «arqueológico», con una producción del Berliner Ensemble, Der aufhaltsame Aufstieg des Arturo Ui, que se sigue representado 15 años después de su estreno. «Es una herencia directa de Brecht que se ha encargado de mantener viva Martin Wuttke», dijo Rigola sobre uno de los grandes actores alemanes. De Argentina llegará una adaptación de Veronese, otro habitual del Lliure, de Casa de muñecas de Ibsen, y una disparatada comedia familiar de Tolcachir, actor y director revelación en su país.

Fuente: José Carlos Sorribes (www.elperiodico.com)

1 comentario:

  1. Quants cops han re-programat el 2666? Sembla que faci una eternitat que ho vaig veure en un Grec...

    PS: Acamparé al banc del costat del Lliure aquesta temporada, ya sabem perquè! :)

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