Aparece una obra olvidada de Shakespeare


1727. El empresario teatral y editor literario Lewis Theobald estrena en LondresDouble Falsehood (Doble Engaño), una obra anunciada a bombo y platillo como reedición de un original perdido de William Shakespeare. Alabada por la prensa, cayó en desgracia poco después. Durante casi 300 años la obra ha sido considerada falsa, una broma de mal gusto. Ahora, la editorial responsable de la más prestigiosa compilación de obras del autor británico, Arden, reconoce que la versión de Theobald incluye fragmentos de la Historia de Cardenio de Shakespeare.

El manuscrito del Cardenio (uno de los tres en los que se basó Double Falsehood o Los Amantes Afligidos -The Distresst Lovers-) desapareció entre las llamas de un incendio en el teatro The Globe. Los 10 años de investigaciones llevados a cabo por Brean Hammond, profesor de la Universidad de Nottingham, han permitido resucitar la obra que reproduce los amoríos entre Cardenio y Luscinda, dos personajes con los que se cruzan Don Quijote y Sancho en el clásico universal de Miguel de Cervantes.

"Cervantes y Shakespeare se encuentran entre las cubiertas de este libro", explica Hammond.Historia de Cardenio se había representado en el King's Cross londinense por primera vez en 1613, sólo un año después de que El Quijote de Cervantes (1605) se tradujese al inglés. "No es en absoluto habitual que Shakespeare se inspire en autores tan contemporáneos", aclara el profesor, responsable de la edición que presenta Arden, para la que ha contado con expertos españoles.

Rencillas literarias

¿Por qué 300 años de espera? Double Falsehoodplaneaba por el panorama literario británico desde su estreno. La prensa reconoció al instante la mano del genio inglés. "El gran maestro del teatro inglés ha despertado de su tumba milagrosamente", publicaba The London Journal el año en que Theobald decidía llevar su adaptación a los escenarios. "Al público le gustó y se le indujo a pensar que era la obra perdida de Shakespeare, que era genuina", dice Hammond, "las tornas cambiaron porque varios académicos de la época apreciaron que había al menos otro escritor además de Shakespeare y eso era bastante vergonzoso para Lewis Theobald".

Hammond considera que, pese a ciertas manipulaciones del editor, la mano de Shakespeare se aprecia claramente en los dos primeros actos y en parte del tercero. Las rencillas personales con otro peso pesado de la época, el poeta británico Alexander Pope, le pasaron factura. Para Hammond, "el asunto realmente se torció cuando Pope escribió un poema satírico que, entre otras cosas, desecha la idea de la autoría de Shakespeare". A Pope no le sentó bien que Theobald calumniase su edición de Hamleten una antología shakesperiana de 1726.

Las dudas, no obstante, no eran del todo infundadas. Pese a que Theobald defendió la autoría de Shakespeare a capa y espada, lo cierto es que la tragicomedia romántica era una fusión de tres manuscritos desconocidos. Sólo puede probarse la autenticidad de uno de ellos, que corresponde a la desaparecida Historia de Cardenio, escrita junto a John Fletcher. En cualquier caso, algo es seguro, al menos para Hammond: "El ADN de Shakespeare perdura en Double Falsehood".

Fuente: Laura J. Varo (www.elpais.com)

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