Sátira antinazi en las tablas


El Palacio Euskalduna despliega las alas y alcanza su velocidad de crucero en su temporada teatral estival.Hoy se ha presentado Ser o no ser, la cuarta y última propuesta de los espectáculos programados en torno a la Aste Nagusia, que permanecerá en cartel desde mañana hasta el 5 de septiembre próximos, y se suma a la oferta de El cavernícola, protagonizada por Nancho Novo; Arte, de la francesa Yasmina Reza, capitaneada por Enrique San Francisco, y Forever King of Pop, un musical que rinde tributo a Michael Jackson.

Amparo Larrañaga y José Luis Gil encabezan el reparto de nueve intérpretes que intervienen enSer o no ser, una adaptación de la película homónima dirigida por Ernst Lubitsch en 1942, que ha realizado Julio Salvatierra y ha dirigido Álvaro Lavín.

Fiel al guión de un filme que se repite en las listas de las mejores comedias de la historia del cine, la obra juega con el teatro dentro del teatro, con un vestuario que evoca el glamour de las actrices de la época y un reconocido homenaje al cine de los años cuarenta, con la proyección de imágenes en el escenario. La comedia surge de la combinación de sátira antinazi, embrollo sentimental, tributo a las compañías teatrales y trama de espionaje.

La buena acogida del público está garantizada antes de la primera función, con la venta de más de 3.500 entradas ya antes de la primera función. El director del Euskalduna, Jon Ortuzar, se muestra exultante con "la satisfactoria respuesta del público" a su oferta teatral. ¿Afecta la crisis a la taquilla? "A pesar de la tremenda crisis la gente sigue respondiendo, porque ofrecemos un espectáculo de calidad a precios razonables", responde Ortuzar. "La gente necesita más que nunca pasarlo bien y divertirse".

Gil apunta hacia el valor del directo para enganchar al público: "Hasta día de hoy el teatro no se puede vender en el top manta".

La trama de la obra es conocida por la fama de la película: un grupo de actores ensaya una obra en la que ridiculizan a los nazis en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial. Un espía les comunica una información, que de ser conocida por los nazis, resultaría muy perjudicial para Polonia. En vista de ello, el grupo decide movilizarse para evitar que esa información caiga en manos de los alemanes. "La obra habla un tema muy duro en clave de humor", añade el actor. "Ese es uno de sus grandes aciertos".

Llevar al escenario una de las primeras versiones teatrales del filme que se han hecho en España ha requerido adaptar el lenguaje cinematográfico. "Hemos renunciado a ciertos recursos que ofrece el cine y aprovechando otros que te ofrece el teatro como la cercanía, la proximidad y la empatía con el público en los momentos vitales de la película", concluye el actor.

Fuente: M. A. Pérez de Vela (www.elpais.com)


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