Memoria de la (primera) guerra de El Líbano


Los mejores regalos son los inesperados. Si el que lo da es además un desconocido el gozo es triple. A finales de la temporada 2007-2008 llegó al Teatro Español de Madrid una compañía canadiense de la que no se había oido hablar en España para representar un texto del que no se tenína referencias que había escrito y dirigido Wadji Mouawda, al que sólo conocían unos cuantos empollones del teatro internacional.

De él apenas sabían que tenía la nacionalidad canadiense pero que en realidad había nacido en Líbano y que su obra llevaba varios años cosechando éxitos por gran parte del mundo. Pero poco más hasta que fueron a ver Incendies.

Entonces se encontraron con una de esas sorpresas agradabilísimas que pronto corren de boca en boca, traspasa el círculo de iniciados y se transforma en uno de los montajes del año, que regesa ahora al Matadero de la ciudad, donde estará desde el 22 de septiembre hasta el 3 de octubre.

La sopresa de hace poco más de dos años no fue solo la del público madrileño, que llenó el teatro gracias a que los parabienes al montaje volaron entre los aficionados. También se la llevó la compañía como recuerda su director. "Las funciones de Madrid sirvieron para que los actores descubrieran que la trama central de la obra es el conflicto civil", explica Mouawda en el que dice es el primer encuentro de su carrera con la prensa. Hasta ese momento los integrates del equipo pensaban que estaban haciendo un ejercicio sobre la memoria y su transmisión pero sin relacionarlos con las guerras de El Líbano, a consecuencia de las cuáles la familia del autor partió al exilio en Francia, primero, y Quebec más adelante.

Allí, en la ciudad canadiense Mouawda estudió teatro, mientras preguntaba a su padre una serie de cuestiones que el progenitor intentaba siempre esquivar. De esas respuestas no recibidas y de otras inquietudes, como por qué su madre estaba enterrada en Canadá y no en su tierra natal partió la necesidad de indagar en los recuerdos que tenía de la guerra que conoció a los ocho años.

De ahí surgió el inocente viaje que inicia una familia en Incendies cuando muere la madre que la lleva a conocer un duro pasado. Y que, a pesar de los paralelismos fáciles, no es una traslación exacta de los antecedentes del autor.

"Desde el punto de vista de mi historia privada, hay muy pocas cosas en la obra, algunos detalles como el de la abuela de mi padre que fue la que convenció a su hijo para que llevaran al nieto, mi padre, a la escuela. Pero si nos situamos en otros ámbitos, si hay cosas muy cercanas a mi realidad. Por ejemplo el hecho de buscar frases alambicadas para nombrar a los verdugos es porque yo, cuando escribía la obra, no era capaz de hacerlo", afirma Mouawda que contra lo que pueda parecer por los antecedentes asegura no tener "un trauma" por lo vivido cuando era niño. Al contrario de lo que ha pasado en su país de nacimiento.

"La sociedad libanesa no quiere recordar", afirma el director al que una nueva guerra, la de 2006, le impidió representar la obra allí. Pero al que sí le han llegado las felicitaciones de compatriotas que la han visto en el extranjero que, como el público madrileño, han encontrado enseguida su poderoso centro de gravedad. Como posteriormente ocurrió en Francia y luego en Alemania, país donde la obra la han montado en 29 ocasiones.

Mouawda cree que el motivo es porque los alemanes todavía tienen el trauma de la Segunda Guerra Mundial sobre sus cabezas, no como los actores canadienses de la compañía que no han conocido un conflicto bélico en varias generaciones. Como le pasa a él con los montajes de otras formaciones con sus textos, a las que pide no le inviten a verlas. "Es un sufrimiento terrible porque no reconozco el ritmo de la obra", algo que no ocurrirá cuando los intérpretes originales de Incendies vuelvan a pisar el escenario del Español y se sientan como en casa. A esas funciones seguirá una nueva visita de un texto de Mouawda, que representará 'Litoral' el próximo mes de noviembre en el Teatro María Guerrero.


Fuente: Rafael Esteban (www.elmundo.es)

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