Blanca Marsillach homenajea su padre


Al más puro estilo de Natalie Cole, junto a su padre Nat King Cole,poniendo la tecnología al servicio de la emotividad sobre el escenario, la actriz Blanca Marsillach 'revive' al gran dramaturgo en la obra que ofrece este fin de semana del 26 y 27 de febrero en el Teatro Principal de Castellón, Una noche Blanca con los clásicos, distribución de Varela Producciones y la compañía que lleva su mismo nombre.

En la representación, en la que confluyen sensualidad, complicidad, poesía y sobre todo arte, la actriz actúa junto a su padre, Adolfo Marsillach (Barcelona 1928-Madrid 2002), gracias a los vídeos que se proyectan en una pantalla, al tiempo que recupera la obra que estrenó el patriarca en 1997 'Una noche con los clásicos' con la participación de Amparo Rivelles y María Jesús Valdés.

En esta ocasión sobre el escenario aparece Blanca junto a la actriz Mónica Buiza y una pantalla electrónica donde se proyectan escenas en las que aparece el dramaturgo para reproducir un diálogo poético entre ambos, incluso entre tres, además de un encuentro virtual en el que padre e hija interpretan algunos de los personajes más importantes del teatro clásico español.

"Ésta es indudablemente una experiencia muy emotiva para mí. Ojalá durante mi carrera hubiese tenido la oportunidad de subir con él a escena cuando estaba aún entre nosotros", expresa emocionada la actriz, que 'aterriza' en Castellón este sábado.

La sensualidad, la complicidad, la relación padre-hija, hombre-mujer, director-actor, queda absolutamente reflejada en este trabajo, al tiempo que el montaje y la tecnología aportan la modernidad a unos versos que, por grandes clásicos que son, nunca trasnochan. Versos divertidos, irónicos y 'modernos', que convierten a Una noche Blanca con los clásicos en una función elegante, pero con la picardía y la emoción de Adolfo Marsillach.

Y es que el dramaturgo hizo una selección de textos de los mejores versos de los siglos XVI y XVII, los escritos por poetas como Garcilaso de la Vega, Gutierre de Cetina, Fray Luis de León, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Lope de Vega, Gil Vicente o San Juan de la Cruz, entre otros. Esta revisión de la obra de Marsillach padre, que dura alrededor de una hora, está dirigida por Ángel Ojea y es "es una gran ocasión para conocer a los clásicos españoles a través de Adolfo y Blanca Marsillach", según expone la protagonista.

La actriz garantiza diversión y sorpresa, la magia se apodera del escenario y es que Blanca está "absolutamente convencida de que a mi padre le llega esta obra, que el duende aparece y nosotras le sentimos y esperamos que también el público". "Hay momentos -dice- en los que noto su presencia y, como actriz, escucho al director y actúo".

Marsillacha recuerda cómo su padre le decía "sorpréndete siempre en escena, Blanca, y he llegado a entender lo que significaba, tomar cada representación como si se tratase de mi primera y última vez", reflexiona.

No es la primera vez, porque lleva con la obra año y medio de gira por España, y desde luego, a tenor del éxito cosechado hasta ahora, tampoco es la última vez. Pero sí es la oportunidad de Castellón de verdos generaciones de artistas 'sobre el escenario', deleitando con los clásicos.

Adolfo Marsillach, actor, dramaturgo y prolífico escritor, publicó no sólo teatro sino novela y sus memorias. Fue un gestor ejemplar, fundamental para la historia de la Cultura en España, ya que de su espíritu emprendedor nació, en 1978, el Centro Dramático Nacional y en 1985 creó la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Los primeros pasos de Blanca Marsillach en el teatro fueron precisamente de la mano de su padre en la obra Matahari. Continuó en el Teatro Clásico con José Luis Alonso en La Celestina y La Dama Boba, alternando su carrera (se formó en la Escuela de Drama en The University of Southern California) con el cine bajo directores de la categoría de Alberto Latiuada, Mario Monicelli y Javier Aguirre.

Ha colaborado en series de televisión como Segunda Enseñanza, y protagonizó Los Señores del Acero, junto a Rudger Hauer, dirigida por Paul Voerhoven. En Estados Unidos formó compañía para producir en inglés la obra Loco de Amor, de Sam Shepard y en esta etapa americana interpretó La Casandra de las Troyanas en el Mark Taper Hall de Los Angeles, California, y El Sueño de una Noche de Verano, de Shakespeare, ambas en inglés.

Hace tres años, Blanca inició en España su carrera como empresaria, llevando a cabo montajes como Las Entretenidas de Mihura, dirigida por Juan Pedro de Aguilar, La Noche al Desnudo de Michael Weller, dirigida por Pape Pérez, Con las Alas Cortadas de John Godber, dirigida por Ana Diosdado, y más recientemente, El Reino de la Tierra de Tennessee Williams, dirigida por Paco Vidal, en cuyo montaje, además participa como productora y adaptadora.

En 2008 inicia una nueva gira con Buscando a Hilary, cuyo guión marca el debut como escritora de su socia Elise Varela.


Fuente: Sandra Morales (www.elmundo.es)

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