Teatro para una crisis



La imaginación y el talento parecen ser los únicos elementos que hacen frente a la crisis. El Festival Don Quijote de París, la única cita con las artes escénicas españolas e iberoamericanas que se da en el territorio europeo, cierra hoy su XX edición dejando claro que, a pesar de los drásticos recortes o desaparición de apoyos, a los que ha sido sometido, no ha dejado que la calidad de la muestra haya descendido ni un ápice y los espectadores tampoco han dado la espalda al evento, permitiendo que todos los días haya lucido el cartel de no hay entradas.
Un certamen que está viviendo la paradoja de que, al tiempo que ha sido galardonado este año con el Premio Max de la Crítica por su originalidad y la calidad de su programación, se le han retirado numerosos apoyos. La inauguración, el pasado día 21, fue con el Teatro de La Zaranda, Premio Nacional de Teatro 2010, grupo que ha desarrollado desde su creación, en 1978, un teatro orientado a encontrar el equilibrio entre el drama y la vida, negando toda concesión al teatro academicista, de las falsas vanguardias.
Tras esta prestigiada compañía el festival acogió el trabajo de Fuensanta Morales realizado a partir del poemario lorquiano La niña que riega la albahaca y el Príncipe preguntón, que el escritor escribió originalmente para marionetas. La bailarina y coreógrafa Fuensanta Morales traslada el montaje al mundo de la danza y el teatro, sin dejar de lado los títeres de la versión original, en un espectáculo para todos los públicos lleno de musicalidad, poesía y humor.
La Colmena científica o El café de Negrín, se presentó el jueves, una propuesta realizada conjuntamente por el Centro Dramático Nacional, el Teatro El Cruce y la Residencia de Estudiantes. La obra narra las experiencias del pintor y poeta José Moreno Villa durante su estancia en la Residencia de Estudiantes, donde coincidió con Severo Ochoa, Santiago Ramón y Cajal, Juan Negrín o Miguel de Unamuno, entre otros. Se da la circunstancia en este montaje de estar dirigido por Ernesto Caballero, nombrado recientemente director del Centro Dramático Nacional y en el que intervienen los dos últimos Premios Nacionales relacionados con las escena, el de Teatro que se le concedió al iluminador Juan Gómez-Cornejo y el de Literatura Dramática que ha obtenido José Ramón Fernández, dramaturgo al que este festival también ha dedicado lecturas dramatizadas, junto a autores como Juan Mayorga y Josep Lluis y Rodolf Sirera, en colaboración con Hispanité Explorations.
La danza llegó de la mano de Arrieritos Danza, solvente compañía que ofreció Despídete de ti (Carmen), que aportó el toque flamenco con su espectáculo inspirado en la novela Carmen de Prosper Mérimée y a su vez también en la ópera de Bizet. Ganadora de distintos galardones, entre los que destacan dos Premios Max de las Artes Escénicas a la Mejor Coreografía y al Mejor Espectáculo de Danza, Arrieritos centra su nuevo montaje en los aspectos más desconocidos del personaje de Carmen.
El Teatro Corsario intervino ayer con su magistral espectáculo de títeres para adultos, Aullidos, con el que recibió una cerrada ovación tras la cual el director de la muestra, Luis Jiménez, quiso ofrecer un homenaje al Fernando Urdiales, director de este grupo que fundó en 1982 y que se caracteriza por su especial tratamiento de los clásicos en lengua castellana, gracias a lo que se ha situado entre las mejores compañías de verso. Con diferentes montajes acudió a lo largo de los años a esta muestra parisina que ha querido recordar a Urdiales, fallecido hace ahora justo un año.
Hoy domingo el festival acoge un montaje de La Kimera y Zorongo, ideado a partir de la obra La dama boba de Lope de Vega y al que han llamado De Finea y Nise, ya que el espectáculo está centrado en estos personajes. Una creación colectiva que cuenta con músicas populares interpretada por Carmen Linares.
La muestra concluye, no el Teatro Café de la Danse, habitual espacio del Festival Don Quijote en el corazón del barrio de la Bastille, sino en el Théâtre de l'Alliance Française el próximo miércoles 30 con la representación de La razón blindada, de Arístides Vargas y el reconocido grupo ecuatoriano Teatro Malayerba. La obra que presentará la compañía ecuatoriana está basada en El Quijote de Cervantes, La verdadera historia de Sancho Panza, de Kafka, y en las narraciones de Chicho Vargas y otros presos políticos de la dictadura argentina de los 70, en las inmediaciones de la cárcel de Rawson. El certamen cuenta con Ecuador como país invitado, tomando así el testigo de Colombia y Venezuela, que fueron protagonistas en la pasada edición para celebrar el Bicentenario de las independencias de América Latina y el Caribe.
El Festival Don Quijote nació en 1992 y está avalado por la UNESCO y el Consejo de Europa como proyecto cultural europeo.
Font: Rosana Torres (www.elpais.com)

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