'Lifting', cuatro actrices bajo la tiranía de la estética


Fuente: Julio Bravo (abc.es)

Lifting, que hoy se estrena en el teatro Infanta Isabel, es una comedia que habla precisamente de lo que cabe esperar leyendo el título: de la cirugía plástica y de la tiraría de la imagen. «Sí, pero también habla de muchas otras cosas», apostilla Elisa Matilla, una de sus actrices. Ella, junto con Josele Román, Miren Ibaguren y Pepa Rus, son las intérpretes de esta comedia escrita y dirigida por Félix Sabroso y Dunia Ayaso. Las cuatro se desdoblan en cerca de cuarenta personajes a lo largo de los diecisiete sketches que componen la función.

La mujer enamorada de su jefe, la madre que compite con la hija, la hija que detesta a su madre y su oprimente influencia, la mujer vengativa, las competitivas compañeras de trabajo, el matrimonio aburrido y frustrado de su convivencia, las amigas enemigas, la artista plástica alienada por el desamor, la actriz que se aterra ante la inminente vejez... Son algunos de estos personajes, con los que los autores, en tono casi de cabaret, retratan con crítica ironía un mundo dominado por las apariencias y la presión. Apenas una peluca es el elemento que utilizan las actrices para mudar sus personajes. «Es un reto -dice Elisa Matilla- porque tenemos que hacerlos identificables únicamente con nuestra voz y nuestra energía; son personajes tipo, y el público ha de reconocerlos».
Diálogos brillantes
No hay -no habría tiempo- un análisis profundo en la obra, que está llena, dice la actriz, de «diálogos brillantes y divertidos. Hay sketches de carcajada y otros de sonrisa irónica», pero todos, asegura, son punzantes y muestran a personajes con carne y reconocibles. «Nosotras cuatro nos lo pasamos muy bien, nos entendemos como actrices y somos amigas, y eso el público lo nota, nota esa química».
De los diez personajes que interpreta Elisa Matilla, siente especial cariño por una estenotipista. «Apenas hablo, es uno de los que tienen menos frases, pero tiene algo especial».
La actriz se muestra favorable a las operaciones de estética, habituales en el mundo del espectáculo. «Cada vez están más extendidas, y me parecen bien cuando sirven para resolver un defecto, un complejo o una inseguridad. Con lo que no estoy de acuerdo es con la tiranía del no envejecimiento; es una guerra perdida, porque vamos a envejecer igual por mucho que tratemos de evitarlo».
El físico, naturalmente, influye mucho en la carrera de una actriz. «Pero se es mucho más permisivo con las actrices que se dedican sobre todo a la comedia», asegura Elisa Matilla.

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