Un babel sobre los escenarios



Fuente: Sergio Delgado Salmador (elpais.com)
La oscuridad se adueña del teatro Cofidis de Madrid. El telón sube y revela la sala de un museo de noche, donde brilla un diamante. De pronto, de un lateral aparecen dos figuras vestidas completamente de negro que tropiezan con el público. "Oh! Sorry, sorry. There you are! (Perdón, perdón. ¡Ahí estás!)", le dice un actor a su compañera. Así es, los oídos no engañan. Teatro en inglés en pleno corazón de Madrid.
Más de una decena de compañías acercan la experiencia del teatro en distintos idiomas a varias ciudades españolas. Uno de estos casos es el del grupo Face to face (Cara a cara), fundado en 2000 en Madrid a manos del italo-americano de 44 años Paolo Abbate y el inglés Stephane Shaw (Londres, 1970). Se trata de un colectivo compuesto por actores y actrices estadounidenses y británicos, que recluta anualmente en países anglosajones. "Hacemos castings cada año en Londres y Estados Unidos para ofrecer trabajo aquí durante uno o dos años. Por eso, cambia tanto nuestra compañía", explica Abbate. El grupo se compone actualmente de 24 personas y se dirige principal, pero no únicamente, al público más joven. "Trabajar aquí es un reto. Si puedes entretener a un niño que no habla o habla poco inglés, puedes entretener a cualquier persona en este mundo", afirma convencida Lisa Krosnicki, la actriz natural de Wisconsin (Estados Unidos) de 34 años.
Desde la afición y el teatro amateur, los habitantes de la capital pueden acudir también a los espectáculos de los Madrid Players, un colectivo formado en 1968 que cuenta este año con 93 personas. Los actores -británicos, irlandeses, estadounidenses, australianos e, incluso, algún español- participan en las entre cuatro y ocho obras que producen anualmente. "Actúamos en pequeñas salas o en el salón de actos de un colegio, como por ejemplo, el del Cardenal de Spínola. Aquí hacemos la pantomima con la que conseguimos un lleno durante cinco días [unas 500 personas por día]", sostiene James Duggan (Tralee, Irlanda, 1961), uno de los actores más antiguos del grupo. La pantomima -pantomimeen inglés- se trata de una representación típica en Reino Unido e Irlanda en Navidad, en la que se mezcla un cuento con sátira y personajes locales de actualidad. "Somos el único grupo que hace una pantomima en Madrid".
Pero la oferta profesional no se limita, obviamente, a Madrid. En Barcelona, En 1998 dos británicos decidieron asentarse en la capital catalana para crear Escapade theatre, una compañía que hoy reúne a 20 actores británicos y norteamericanos. "Cuando vinimos a España queríamos seguir actuando y apostamos por una obra muy física porque no hablábamos ni castellano ni catalán. En inglés nos encontrábamos agusto y, la verdad, tuvimos buena crítica", asegura Sue Flack (Londres, 1962), fundadora del colectivo. Junto a ellos, Blue Mango entretiene desde 2003 a un público no nativo en colegios, escuelas oficiales de idiomas y salas. El grupo teatral formado por 13 británicos, estadounidenses y españoles se centra en el lado educativo del idioma. "Creemos que el teatro es una buena manera de explicar las cosas, aprender, repasar y pasar un buen rato. En los últimos años han surgido muchos grupos que hacen teatro, improvisación y stand up comedy (monólogos)", añade Emma Reynolds (Schrewsbury, Inglaterra, 1973), directora de la compañía.
Más al sur, la comunidad británic-americana de Fuengirola (Málaga) organiza cerca de 25 obras de teatro -a excepción de los meses de julio y agosto en los que muchos vuelven a Reino Unido- en el Salon Varietes. La compañía se compone de 70 personas de las que solamente dos son españolas y, aunque cuenta con algún actor o exactor profesional, es básicamente amateur. "Vienen de Calahonda, Marbella, de la Universidad de Málaga... La mayoría de gente que viene son británicos, pero con los musicales vienen también alemanes, daneses, españoles, etcétera.  En otoño la gente salió encantada deCon Ellos y ellas (Guys and dolls)", explica en inglés Graham Cherry (Londres, 1968), encargado del grupo y publicidad. "Algunos asisten a los espectáculos porque están aprendiendo inglés y les gusta ver que se saben las canciones. Pueden practicar y seguirlo en su cabeza".

El árabe cuenta con un pequeño nicho

De la misma forma, una mezcla entre estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) vieron nacer en 2005 una iniciativa teatral en árabe. "Es una idea a tres bandas entre el profesor y teórico Waleed Saleh, los alumnos y yo. Ahora mismo, 15 personas estamos preparando El sueño de una noche de verano", revela Ignacio Gutiérrez de Terán (Madrid, 1967), profesor titular del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos y Estudios Orientales de la UAM. A pesar de tratarse de un grupo amateur -a excepción de algún estudiante de arte dramático-, el colectivo teatral se atreve tanto con obras de dramaturgos árabes, como con adaptaciones de autores como Pablo Neruda.
La escena teatral árabe en España se reduce a escasos círculos académicos, centros culturales y algún festival puntual, su actuación con más aforo estuvo en torno a los 200 espectadores. "Lo veo dentro de un ámbito reducido. Solo le gusta a quien siente interés por la cultura, el idioma y miembros de la comunidad árabe. No somos profesionales, ni tenemos intención de dedicarnos a ello", aclara de Terán.

El italiano completa la oferta

De forma paralela a los principales idiomas, el italiano dejar oirse también por varios escenarios españoles. Los italo-argentinos Pablo Torregiani (Buenos Aires, 1982) y Carolina Calema (Buenos Aires, 1980) se aventuraron a empezar en 2005 Teatro di commedia, un grupo teatral nacido mientras estudiaban en Roma. "Decidimos crear una escuela y compañía itinerante para difundir la comedia del arte (un tipo de teatro con máscaras), que es el precursor del teatro moderno", explica el porteño por teléfono desde África.
El público de Teatro di Commedia se compone en su mayoría de españoles, aunque también acuden numerosos italianos. "Por supuesto hay más españoles. Notamos que a la hora de escuchar italiano, gusta pero se necesitan palabras clave para hacerlo todavía mas claro. Pero no hace para que se compendra todo. Nos interesa dejar preguntas y no explicar todo, estimular la curiosidad". Por eso, los actores, dicen, se apoyan en una mayor gestualidad, que les ayuda cuando viajan por diferentes ciudades españolas, latinoamericanas y africanas.
Con más estabilidad pero desde la afición, la entrañable milanesa Donatella Danzi, cuya edad prefiere que sea un misterio, sube a los escenarios desde 2005 obras con el grupo Parla italiano facendo teatro(Habla italiano haciendo teatro). Este pequeño colectivo, que se compone actualmente de cuatro italianos y cinco españoles, sube a los escenarios de pequeñas salas de Madrid clásicos del dramaturgo y escritor Luigi Pirandello (1867-1936) o el actor y cómico Eduardo di Filippo(1900-1984). "No es solo una cuestión de aprender o practicar italiano, es que se acerquen a la cultura. Muchas veces los alumnos aprenden la gramática pero no saben decirte el nombre de un solo autor de teatro o literatura", razona Danzi.

El castellano también se exporta

Con cerca de 500 millones de hispanohablantes, el castellano es ya el segundo idioma más hablado del planeta, según el Instituto Cervantes. Por ello, no sorprende que se pueda disfrutar de obras de teatro en el idioma de don Quijote desde Reino Unido, hasta Estados Unidos.
Concretamente, mientras que la experiencia anglosajona pasa el teatro para niños de A cuerpo, en Estados Unidos comunidad hispana crea espacios culturales en varias ciudades. Más allá de la latina Miami, una pequeña urbe a unos 50 kilómetros al noreste de Atlanta (Georgia, Estados Unidos) acoge una compañía que anualmente acerca una obra de teatro durante un mes totalmente en castellano. "Suelen venir unas 100 personas a vernos. Hasta el año pasado la mayoría de los espectadores eran estadounidenses, pero desde que hicimos El Insólito Caso de Miss Piña Colada, una obra portorriqueña en la que actuó María Eugenia Arboleda -actriz de Yo soy Betty, la fea- vienen 50% latinos y 50% estadounidenses", explica Rubio.
Se trata del Teatro del Sol, un colectivo que reúne a mexicanos, venezolanos, colombianos y más nacionalidades hispanohablantes en el Aurora theatre de Lawrenceville. "Llevamos aquí unos seis años. Todo es en español pero también ponemos subtítulos encima del escenario proyectándolo con un ordenador", apunta Sergio Rubio (Bogotá, 1992), el director colombiano de escena. La compañía ultima los preparativos de su obra para 2013: Burundanga de Jordi Galcerán, una comedia romántica en la que tres actores cubanos, un mexicano y una colombiana tratarán de conquistar al público estadounidense. "Entre los subtítulos y los gestos, el público se engancha, aunque se perderán detalles por no hablar el idioma", explica la actriz criada en Puerto Rico Blanca Agüero (Nueva Jersey, 1984), "no hacemos nada especial para los espectadores. Solo hay que tener buena dicción".

Pasión mediterránea en Berlín

Hace ya cuatro años que María del Mar Taulés, Raquel Rives y María Ruiz-Larrea se aventuraron a crear Rotonda teatro, una pequeña compañía de teatro infantil en un Berlín que, cada año, acoge a más emigrantes españoles. "En España la situación de la cultura y el teatro es complicado. Hay pocas salas alternatvias y es todo más hermético. Aquí si tienes proyectos y energía hay más posibilidades", responde Taules (Barcelona, 1976) al teléfono desde el barrio berlinés de Kreuzberg.
Con el apoyo de una ciudad verdaderamente multicultural, "acostumbrada al extranjero, que le gusta", Rotonda crece apostando por obras en castellano aunque se apoyen también, en ocasiones, en alemán. "Para ser rentables hacemos obras en alemán sí o sí comoBrittas Buch (El libro de Britta) Pero tenemos un plus que otros no tienen", opina. El grupo teatral
Desde esta perspectiva, Rotonda se unió en los últimos días de diciembre a cuatro compañías más -Bühnen Licht, Zuckerbrot und Pfeffer, Mosaico y Kazibaze Teatro- para crear el festival infantil Kinder Theaterreihe (la fila de teatro de niños) que, hasta finales de febrero, atrajo a casi 700 personas al Hoftheater, según Taulés. "Vienen muchas familias, parejas mixtas donde al menos uno de ellos habla español, aparte de los niños. Ha sido un éxito. Nos hemos dado cuento que los berlineses están deseando hacer cosas en español".

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