Inma Cuesta: "Carmela no es un personaje político"



Fuente: José Luis Romo (metropoli.com)
Su rostro se asoma estos días a los cines de la Gran Manzana gracias a su intervención en la Blancanieves de Pablo Berger, pero ella ni se había enterado. "Ya decía yo que algo había puesto Javier Cámara en Twitter", comenta. Esta mujer menuda que parece salida de un cuadro de Julio Romero de Torres sólo tiene tiempo para pensar en ¡Ay, Carmela! Un equipo de excepción con el maestro Andrés Lima (Animalario) a la cabeza ha convertido el clásico de José Sanchis Sinesterra en un musical, con el que Inma Cuesta (Valencia, 1980) regresa a un género que conoce muy bien...
Ha logrado la fama gracias a Águila roja y películas como La voz dormida o Grupo 7, pero empezó su carrera precisamente en un musical como Hoy no me puedo levantar. ¿Cree que el público va a redescubrirla de alguna manera?
No sé, aquello fue mi primera oportunidad y el primer trabajo por el que pude considerarme actriz, porque aquí hasta que no tienes un trabajo, te dicen: "¿Tú qué haces?". "Pues doblar ropa en Zara". Por suerte, lo mío fue rapidísimo, en menos de un año de llegar a Madrid ya entré en Hoy no me puedo levantar y a raíz de eso ya no he parado.
Vino a Madrid con una beca para estudiar teatro musical, ¿se siente identificada con el género?
Yo siento mucho respeto por el musical, porque los actores que lo hacen son gente muy completa. Pero éste no es un musical como El rey León. Se acerca más al teatro que al musical y a mí eso me interesa más. Me considero actriz y cantante, pero lo que me importan son las historias con enjundia y ésta la tiene... por algo es un clásico.
¿Qué aportan de nuevo al clásico?
Yo creo que Andrés tiene la capacidad de reinventar todo lo que toca. Me he leído la obra y han cambiado muchas cosas que para mí hacen la obra más cercana.
Carmela se rebela contra la brutalidad fascista, ¿qué vigencia ve al texto?
Yo creo que ella ni siquiera se rebela contra el fascismo, no lo veo como un personaje político. Ella no tiene conciencia política, es una superviviente. Para mí Carmela es un corazón con patas. Lo que la hace rebelarse es la injusticia, no es nada político. Es que, de repente, se van a cargar a unos muchachos y ella tiene que cantar para sus asesinos y dice: "Pues no me da la gana". Simplemente no puede ver cómo le pisan la cabeza al débil.

Un gesto muy a tener en cuenta en estos días...
Sí, la gente está muy quemada y es normal que se tire a la calle y diga: "Esto no lo puedo aguantar más". Ojalá sirva para algo.
¿Teme las comparaciones con la película y, concretamente, con Carmen Maura?
No, no la vi y he preferido no hacerlo, porque tienes miedo a imitar. Ahora, que ya está todo medido, sí que tengo ganas de verla y ver el trabajo de Carmen Maura, a la que admiro muchísimo. Es una gran responsabilidad para mí hacer un papel que han hecho grandes actrices como ella, Verónica Forqué o Kiti Manver.
En la obra original ya había coplas, ¿cómo encajan con las nuevas canciones de Víctor Manuel o Pedro Guerra compuestas para el montaje?
Las nuevas canciones entran muy bien. A veces, en los musicales piensas: "Ya se ponen a cantar otra vez" y aquí creo que lo que ha hecho muy bien Andrés es que las canciones formen parte de las historia. No ves los cortes. Están más interpretadas que cantadas; de hecho, hay momentos en los que estás jadeando y vienes de una escena complicada emocionalmente, medio ahogada, y tienes que ponerte a cantar. Yo le decía a Andrés: "¿Pero así suena bonito?". Y él me respondía que se trataba de eso, de que las cantara desde la emoción del personaje.
Todo el peso musical cae en Marta Ribera y usted, que canta 10 temas, ¿cómo aguantará el tute?
Pues no sé. Tendré que encerrarme, hacer vida de monja y no salir a la calle... casi.
Tras su triunfo en la televisión y en el cine, ¿cómo está siendo reencontrarse con las tablas?
Si te digo la verdad, estoy muerta de miedo, pero si no tuviera miedo, supongo que estaría loca.
Con esa mirada tan potente que tiene, ¿se siente desvalida sin el primer plano?
Para nada. Yo estudié Arte Dramático y el cine vino después, empecé a ser actriz en un teatro y no necesito una cámara para transmitir. La emoción va más allá de eso.
¡Ay, Carmela! se representa en el Teatro Reina Victoria (Carrera de San Jerónimo, 20) hasta el 20 de mayo

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