La adicción de los Margallo

Fuente: Rosana Torres (elpais.com)

Es una estirpe, como tantas otras que ha dado y da el teatro, pero la de Juan Margallo y Petra Martínez es nueva, aunque sea muy conocida, ya que ninguno de sus antepasados fue cómico. En cambio ellos, sus hijos, Juan y Olga Margallo, su yerno Antonio Muñoz de Mesa, y esperan que sus nietos, sí que se dedican al teatro, de manera compulsiva.
Lo curioso es que todos gozan de prestigio y, a veces, como ocurre ahora mismo, actúan simultáneamente en varios teatros. Olga Margallo y Muñoz de Mesa por partida doble. En las Naves del Matadero, del teatro Español, estrenan mañana Otro gran teatro del mundo, basado en el texto calderoniano, y en el teatro Arenal con La visita, los jueves y viernes. Por su parte, Juan Margallo y Petra Martínez ofrecen, también en el teatro Arenal, pero solo los fines de semana, dos espectáculos desternillantes, La madre pasota, de Dario Fo, y Cosas nuestras de nosotros mismos, un texto elaborado por ellos que deviene en una curiosa mirada por la historia del teatro independiente.
La versión que han hecho del más conocido Auto sacramental para introducir a los niños en el mundo de los clásicos, cuenta con Olga Margallo como directora y Antonio Muñoz de Mesa como el responsable de la dramaturgia y de las canciones, al tiempo que también interpreta al mismísimo Calderón. Es de destacar que se ha tenido la feliz idea de hacerlo coincidir con las representaciones del Gran teatro del mundo,dirigido por Carlos Saura, y en el mismo escenario, durante las mañanas de los fines de semana. Aunque la enorme presencia del debut teatral de Saura ha fagocitado las representaciones de su elogiado y divertido Calderón. Se trata de una producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico creada dentro del ciclo Mi primer clásico, con el que se quiere hacer llegar las grandes obras a un público familiar.
Por otra parte, La visita, interpretada por Iván Villanueva y Rosa Mariscal, es una producción de Olga Margallo que ha dirigido y escrito Muñoz de Mesa, basándose en unos hechos reales acaecidos en los años noventa, cuando un párroco holandés que fue denunciado por abusos sexuales a una niña tuvo que indemnizar a la familia, pero el obispado de Rotterdam consiguió que se le devolviera el dinero alegando que fue un accidente laboral.
Juan Margallo se incorporó en 1960 a la Escuela de Arte Dramático y poco después debutó, nada menos que con José Luis Alonso en el teatro María Guerrero, estando una época en el teatro Nacional de donde pasa a trabajar con Tamayo y más tarde con Luis Escobar. También se dejaba caer por el teatro Estudio de Madrid, que capitaneaban William Layton y Miguel Narros, donde conoció a Petra Martínez y con la que tuvo dos hijos, Juan y Olga. En 1968, ambos fundaron Tábano, el más mítico de los grupos de la época en Madrid.  Hubo una gira con la emigración “donde nos politizamos todos a base de hablar con los exiliados y conocer a comunistas, anarquistas y socialistas”, señala Petra. También juntos crearon el Gallo Vallecano, un teatro muy celebrado que terminó con el cierre, por lo que se deciden a crear su productora, Uroc Teatro, a la que se incorporan sus hijos que, cuando eran pequeños hubo una época que odiaban el teatro: “Seguramente porque era lo que les robaba a sus padres”. Olga estudió dirección e interpretación, y Juan hijo, que también estudió teatro, se incorporó a la Escuela de Nuevas Músicas y hoy es especialista en luz, sonido y compone música.

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