Petherbridge transforma en comedia su experiencia con la enfermedad



Fuente: Justo Barranco (lavanguardia.es)

En el año 2007, mientras ensayaba El rey Lear en Nueva Zelanda, el gran actor dramático británico Edward Petherbridge sufrió dos infartos cerebrales. El segundo le paralizó su costado derecho y, como consecuencia, no podía escribir, ni tampoco caminar ni ver bien. La obra ciertamente nos e iba a realizar pero Petherbridge, curiosamente, retenía todo el texto en su cerebro dañado. Cada palabra. Y pensó que cuando se recuperara debía hacer un one-man-show de la obra, porque nadie se arriesgaría a producirla. Y el Lliure de Montjuïc acoge este jueves y este viernes dos funciones del espectáculo que Petherbridge realizó finalmente dirigido por Kathryn Hunter y acompañado en escena por Paul Hunter: My perfect mind (Mi mente perfecta).

Petherbridge, que formó parte en los años 60 de la compañía que dirigía Laurence Olivier en el Teatro nacional británico, y que desde los 70 fue parte fundamental de la Royal Shakespeare Company, formaría The Actor’s Company junto a sir Ian McKellen y, entre muchos otros trabajos, fue el Guildenstern original de la gran obra de Tom Stoppard Rosencrantz y Guildenstern han muerto. Ahora en My perfect mind mezcla con emoción y, sobre todo, mucho humor la historia de su infarto cerebral con El rey Lear mientras su compañero de escena da vida a su madre, su doctor, su director e incluso su chófer.

¿Por qué una comedia irreverente? “He sido muy afortunado –explica a La Vanguardia- de que lo que me sucedió no fuera una tragedia. Y Paul Hunter y yo hemos sido muy cuidadosos de que el espectáculo no sea un documental solemne. A la vez, puedo argumentar que la comedia es un asunto muy serio. Sólo nos reímos de cosas que son vitalmente importantes: traición, identidad equivocada, dolor... Analice cualquier chiste y verá que sólo es una tragedia tratada de forma diferente”.

De hecho, Petherbridge ha asegurado que My perfect mind es como asistir a un seminario sobre El rey Lear bajo los efectos del LSD. “Bueno, nadie tiene un mal viaje o alucinaciones. Yo mismo no tengo expriencia directa con el LSD pero todo sucede en el espectáculo, desde mi nacimiento a mi infarto cerebral, desde Lear dividiendo su reino y desterrando a Cordelia a su reconciliación con ella, nada en el orden habitual, todo en una mezcla enloquecida que de algún modo surgió en nuestros ensayos e improvisaciones con Kathryn Hunter, quien había interpretado al rey Lear y se había esforzado leyendo largos fragmentos de mi autobiografía. Todavía pienso que el resultado es un milagro, un resultado que ninguno de nosotros entiende muy bien cómo llegó”.

Sobre interpretar el mundo de Shakespeare y cómo ha cambiado en estos años, Petherbridge dice que “el teatro cambia continuamente, con frecuencia de forma tan gradual que uno apenas lo nota”. “Supongo que lo que una intenta conseguir interpretando a Shakespearea es una autenticidad clásica amalgamada con un sentido de frescura e inmediatez, y con eso no quiero decir usar esos clichés modernos de videocámaras y escenarios excéntricos. Siento que una tarima desnuda es quizá el mejor espacio para interpretar a Shakespeare, que es lo que hago en My Perfect Mind, aunque tengo que admitir que la tarima desnuda está en un ángulo muy extraño y que Paul Hunter debe ser el primer actor que ha interpretado a Goneril y a Cordelia, sin parecerse en nada a ninguno de ellos pero siendo perfectamente convincente como ambos. Además logra interpretar nada menos que al príncipe del teatro, Laurence Olivier”.

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