La tragedia grecolatina vertebra el proyecto de Teatro de la Ciudad



Fuente: Julio Bravo (abc.es)
Alfredo SanzolAndrés Lima Miguel del Arco son los tres pilares sobre los que se asienta Teatro de la Ciudad, un proyecto que incluye «investigación, reflexión, producción y exhibición», según han explicado en su presentación. Son tres de las figuras descollantes de la escena española actual, y su unión ha generado una notable expectación en el mundo del teatro.
El deseo de los tres directores de hacer algo conjuntamente y el descubrimiento de que a los tres les apetecía poner en pie una tragedia fue el detonante del proyecto, en el que han involucrado a los productores con los que habitualmente trabajan (Joseba GilGonzalo Salazar-Simpson Aitor Tejada) y a sus respectivas «familias escénicas»: actores, escenógrafos, diseñadores de vestuario o músicos que trabajan regularmente con los tres.
Con la mirada puesta en un futuro montaje de tres tragedias grecolatinas -«Antígona», «Medea» y «Edipo»-, el Teatro de la Ciudad arrancó en junio del pasado año con un taller, «Mito y Razón», dedicado a las tres obras y realizado conjuntamente por los tres directores. En él participaron actores como Carmen Machi, Bárbara Lennie, Israel Elejalde, Cristóbal Suárez, Aitana Sánchez-Gijón, Irene Escolar o Lucía Quintana, e intervinieron Mario Gas, Nuria Espert Alberto Conejero, entre otros.
A éste taller han seguido otros dedicados a la dramaturgia y el estudio de los tres personajes centrales. El teatro de La Abadía, que ha acogido estas actividades, será el escenario donde se representarán en abril las tres tragedias: «Antígona», dirigida por Miguel del Arco, y con Carmen Machi Manuela Paso al frente del reparto; «Medea», dirigida por Andrés Lima y protagonizada por el propio director junto a Aitana Sánchez-Gijón; y «Edipo Rey», con dirección de Alfredo Sanzol y un reparto que incluye a Natalia Hernández Juan Antonio Lumbreras, entre otros. Además, habrá otro espectáculo, titulado «Entusiasmo»; un término griego que tiene que ver, según Sanzol, con «la posesión y la creación». No es, explicó Lima, un cuarto montaje, «Es una manera de prolongar la experiencia para el público, hacerles partícipes de la experiencia», dice Lima, que anuncia sorpresas en este «Entusiasmo». 
Los tres directores coinciden en señalar que el trabajo conjunto y el enriquecimiento con las ideas de los demás es lo más interesante para ellos del proyecto: «La dirección es una tarea con muchas inseguridades e incertidumbres, y compartirlas te hace más valiente», dice Miguel del Arco. «La unión hace que superes el miedo», tercia Lima. Miedo y libertad son, precisamente, dos conceptos que tienen que ver con la Revolución francesa, que ha inspirado igualmente el nombre del proyecto, Teatro de la Ciudad.
José Luis Gómez ha acogido en el teatro de La Abadía, que él dirige, el proyecto; allí se han celebrado los talleres y se estrenarán los espectáculos. «Ha sido un golpe de corazón», argumenta, y recuerda que en París, en los años veinte, cuatro directores -Louis Jouvet, Charles Dullin, Gaston Baty y Georges Pitoëff-, alumnos de Jacques Copeau, crearon un proyecto similar, que se conoció como el Cartel de los cuatro. Define a los tres directores como «gente que tiene un instinto reformador», y su manera de entender el trabajo teatral coincide plenamente con el espíritu de La Abadía.
¿Y por qué han escogido la tragedia para echar a andar el proyecto? ¿Creen que es un buen camino de establecer un diáglogo con el público? Dice Alfredo Sanzol que él tenía «el impulso de contar una tragedia. Es importante escribir y dirigir para saber lo que se quiere contar, pero eso se descubre al final». Andrés Lima, por su parte, añade que «el público tiene necesidad y ganas de abrir los ojos y mirar de frente, y el teatro es un espejo en el que mirarse y una forma de reflexionar. «El teatro siempre ha funcionado en tiempos de crisis -añade-; y cuanto mayor es la tragedia, se cuenta de manera más bonita». El público, concluye Lima, necesita belleza, pero también encontrarse con la realidad. Y añade Del Arco: «Los clásicos lo son precisamente porque están en permanente transformación».
Es inevitable en cualquier proyecto teatral referirse al 21 por ciento del IVA cultural, y la presentación de Teatro de la Ciudad no es una excepción. Andrés Lima lo califica de «cuchillada», y José Luis Gómez va más allá cuando se refiere a la situación como un «suicidio cultural». «Unirse -dice- es una manera de resistir». ¿La creación de Teatro de la Ciudad es entonces un acto de resistencia?, se les pregunta. «No -dice Sanzol. Es un acto de movimiento, de alerta, de creación».

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