QUESTI FANTASMI


TEXTO: EDUARDO DE FILIPPO
TRADUCCIÓN: PAU MIRÓ y ENRICO IANNIELLO
DIRECCIÓN: ORIOL BROGGI
INTÉRPRETES: TONY LAUDADIO, MARTA DOMINGO, XAVIER BOADA, JORDI MARTÍNEZ, PAU MIRÓ, PILAR PLA, GIAMPIERO SCHIANO y RITXARD GÁLVEZ
PRODUCCIÓN: LA PERLA 29, GREC 2010 FESTIVAL DE BARCELONA y CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL
BIBLIOTECA DE CATALUNYA


Eduardo De Filippo vuelve a la cartelera de la mano de Oriol Broggi, que ya nos regaló un aperitivo del autor napolitano a principios de este año, Natale in casa Cupiello, y que ahora se nos presenta entre fantasmas. Pasquale Lojacono acepta vivir, junto a su esposa, en una casa llena de misterios acuciado por el hambre. A cambio de no pagar el alquiler deberá desmentir las leyendas que corren de que la casa está habitada por fantasmas saliendo dos veces al día por cada uno de sus 68 balcones. A partir de aquí una extraña serie de acontecimientos se irá produciendo, desde una sorprende aparición de dinero sin que se conozca la procedencia en varios lugares de la casa hasta la desaparición de objetos y comida por las mismas razones.

Si bien Broggi bordó una maravillosa Natale in casa Cupiello, esta vez Questi Fantasmi no corre la misma suerte. La primera era redonda de principio a fin, y en esta le salen grietas nada más presenciar los primeros minutos. Fallan algunos actores, no todos, el protagonista, italiano, Tony Laudadio, en un correctísimo castellano defiende muy honrosamente su papel. Pau Miró, vuelve a dar la cara con un acento argentino que enamora. Mientras que Marta Domingo inicia su papel demasiado floja y le cuesta remontar el vuelo en el transcurso de la función como si alguien le hubiera cortado las alas para evitar que su habitual fuerza destacara por encima del resto. Un nervioso, Jordi Martínez nos confirma que algunos deberían mejorar su dicción castellana antes de subirse de nuevo al carro de Madrid.

Fuera de cuestiones puramente dramáticas, es inexplicable como intentando crear un ambiente fantasmagórico se haya optado por la elección de una luz tan constante, donde los escasos cambios en la iluminación de los ambientes no ayudan a crear esa sensación de temor con la que debería contar la pieza. Por el contrario, la escenografía de Paula Bosch se adapta a la perfección al maravilloso escenario de la Biblioteca de Catalunya.

Está claro que en épocas de crisis, la originalidad va de baja y se opta más por exprimir todo el zumo de la naranja hasta dejarla sin una sola gota. Mientras el Grec da sus últimos coletazos en la cartelera barcelonesa, algunos ya fantasean con que la nueva temporada traiga nuevos aires teatrales y les saque del terrible aburrimiento con el que algunos pretenden entretenerles.

1 comentario:

  1. Jo crec que el "Natale" i el "Questi Fantasmi" van de la mà... si fa no fa, a mi em van semblar iguals. Potser "Questi fantasmi" tenia un ritme mes accelerat i el "Natale" era mes pausat però em van agradar els dos.

    Diria que l'accent forçat del Jordi Martinez formava part del personatge, igual que l'accent argentí del Pau Miró, almenys això vaig entendre jo.

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