El teatro italiano se rinde a Almodóvar


Sábado noche, Parma, una pequeña ciudad de provincias del ordenado y neblinoso norte italiano. El Teatro Regio, especializado en Verdi, gloria local a la que ha dedicado un ciclo integral durante el mes de octubre, abre sus puertas a Pedro Almodóvar y a Tutto su mia madre, es decir, a la adaptación de Todo sobre mi madre. La sala está abarrotada de jóvenes y mujeres. Durante casi tres horas, el apasionado universo del cineasta manchego se despliega sin aspavientos, en un clima onírico y muy teatral. Maternidad, homosexualidad, transexualidad, enfermedad, sida, y una propuesta que a Benedicto XVI podría no gustarle pero que el público de Parma acoge entre vítores: a veces los modelos de familias más disparatadas son los que funcionan.

Se hace raro escuchar las barbaridades de Agrado en italiano, y la función es quizá demasiado ambiciosa, casi tres horas. Pero la gente, que aplaudió varios mutis, salía entusiasmada. La obra se hace casi corta y fluye. El humor y el sufrimiento del original siguen ahí, y el grupo de actrices principales es espléndido.

La adaptación de una de las películas más premiadas de Almodóvar (Oscar en 2000 a la mejor película de habla no inglesa, Premio al mejor director en Cannes en 1999, y 47 galardones más) no es nueva. La hizo por primera vez Kevin Spacey en el Old Vic Theatre de Londres siguiendo el texto, absolutamente leal al guión original, del autor inglés Samuel Adamson.

La idea de traer la función a Italia fue de Elisabetta Pozzi, una estrella de la escena italiana que llena de nuevos matices a la Manuela que bordó Cecilia Roth. "Almodóvar es, de los autores cinematográficos, el más teatral de todos con diferencia", comenta. "Sé que no le gusta que se lleven sus filmes al teatro, pero espero que esta vez le guste. Pozzi solo espera una cosa, dice al final mientras firma autógrafos: "Que Pedro venga pronto a Italia para vernos. Escríbalo, por favor, tiene que venir, tenemos una gira preciosa y le daremos muy bien de comer. ¿Cree que nos puede ayudar a que venga?".

La aventura italiana ha arrancado en el teatro Goldoni de Venecia. El montaje es una coproducción de la Fondazione Teatro Due y el Teatro Stabile del Véneto. Tras Parma, mañana estrena en el Eliseo de Roma y luego visitará otras ciudades. La dirección del joven Leo Muscato tiene una virtud: da la prioridad a la palabra, propone una dramaturgia mínima pero eficaz, y ofrece todas las posibilidades de lucimiento a las actrices.

Alvia Reale, otra figura del teatro nacional, da vida a la actriz Huma Rojo (Marisa Paredes en el cine); la transexual en la vida real Eva Robin's, todo un carácter dentro y fuera del escenario, interpreta a Agrado, el travesti que hizo célebre Antonia San Juan, y la joven Silvia Giulia Amendola encarna a la monja descarriada sor Rosa (Penélope Cruz en la pantalla grande).

Todas parecen felices por interpretar a Almodóvar, aunque sea indirectamente, por primera vez. "Ahora se puede decir que soy una chica Almodóvar, ¿no?", pregunta Eva Robin's en el camerino mientras se embadurna la cara de maquillaje. "Ahora lo que pareces es un gran travestón", se responde mirándose al espejo.

Fuente: Miguel Mora (www.elpais.es)

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