Una obra de teatro desata las iras del Vaticano



La obra de teatro Sobre el concepto de rostro en el hijo de Dios, del director italiano Romeo Castellucci, ha desatado las iras del Vaticano, que considera que ofende a los cristianos y ha pedido la reacción firme y compuesta de la comunidad cristiana.
El montaje, que ya levantó una fuerte polémica en Francia cuando se estrenó en su capital y fue acusada de blasfema, se presentará el próximo día 24 en el Teatro Franco Parenti de Milán y, desde hace varios días, grupos de católicos italianos han expresado su repulsa e incluso el teólogo italiano Giovani Cavalcoli ha enviado una carta a Benedicto XVI en la que califica la obra de indigna y blasfema.
El dominico Cavalcoli señaló en su carta que la obra ofende la figura de Cristo y daña la libertad religiosa, el orden social y los valores que promueve la Constitución italiana. Incluso apunta que puede constituir un delito.
La obra narra la relación entre un padre anciano incapaz de controlar sus esfínteres, al que su hijo tiene que lavar de sus heces, todo ello bajo una fotografía gigante de un Cristo pintado en el siglo XVI por el maestro Antonello da Messina, y en medio de frases en la que el hijo manifiesta su rabia por la situación de decrepitud de su progenitor.
Al parecer, según publica el diario La Repubblica, la edición italiana de la obra ha sido recortada, ya que hay una parte en la que aparecen jóvenes arrojando piedras y granadas contra la imagen de Cristo, que tienen todo el aspecto de excrementos, ante el olor inequívoco que invade en ese momento el teatro, mientras aparece en su rostro la frase 'Tu no eres mi pastor'.
El asesor de asuntos generales de la Secretaría de Estado Vaticano, el prelado Peter Wells, contestó a la carta de Cavalcoli, señalando que el Papa le agradecía el gesto y auspiciaba que toda falta de respeto hacia Dios, los santos y los símbolos religiosos encuentren la reacción firme y compuesta de la comunidad cristiana.
El portavoz del vaticano, Federico Lombardi, precisó en una nota en la página web de Radio Vaticano que la obra es ofensiva a las convicciones religiosas de los cristianos y abogó para que cualquier falta de respeto de ese tipo encuentre la oposición de la comunidad.
Castellucci se defiende asegurando, en una carta que publica La Repubblica, que su espectáculo no es obsceno, sino una reflexión sobre la decadencia de la belleza, el misterio del final de la vida.
"Los excrementos con los que se ensucia el anciano no son otra cosa que la metáfora del martirio humano como condición última y real. No hay nada de provocación", aseguró.
Font: EFE vía www.lavanguardia.es

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