Fausto pone su alma en venta



Ésta es la historia de un hombre con una curiosidad ilimitada al que nada le parecía suficiente. Ésta es la historia de cómo el diablo consiguió un alma más para su infierno. Cambiemos "curiosidad ilimitada" por "ansia de dinero, de poder, de sexo, de amor, de juventud eterna...". Y Faustus podría ser cualquiera de nosotros.
La Fundación Siglo de Oro estrena el 23 de febrero en la Sala Verde de los Teatros del Canal Doctor Faustus, de Christopher Marlowe, una obra que su director, Simon Breden, no recuerda que se haya visto antes en España.
Protagonizada por Óscar Sánchez Zafra, Doctor Faustus cuenta la historia de un sabio que, hastiado de los saberes convencionales, se acerca a la nigromancia y convoca al demonio Mefistófeles para que haga de intermediario con Lucifer. Faustus pretende venderle su alma a cambio de tener a Mefisto 24 años a su servicio. El diablo accede, así es que el nigromante, gracias a su nuevo e inseparable 'amigo', recorre el mundo a su antojo, asombrando a todos con sus poderes. Pero el plazo se cumple y, aunque Faustus se arrepiente en algún momento, no hay constancia de que Lucifer deje sin ejecutar sus contratos...
"En realidad, lo que mueve a Faustus es la curiosidad", explica Rodrigo Arribas, productor de la compañía, en un descanso de los ensayos. "Nos parece que este mito está vigente; vuelve una y otra vez y no nos abandonará jamás. Y ese fue el motivo fundamental por el cual elegimos esta obra. Por ejemplo, existe un paralelismo evidente entre la crisis económica y la historia de Faustus, ya que en ambas situaciones los hombres hemos permanecido ciegos ante los claros signos de que íbamos hacia la destrucción".
Marlowe vs. Shakespeare
Como productor, Arribas sabe que poner en escena Doctor Faustus es un riesgo para cualquier compañía independiente. "Christopher Marlowe es muy poco conocido en España. Fue contemporáneo de Shakespeare y, aunque comenzó a publicar y estrenar con éxito sus obras antes que él, su muerte prematura y la popularidad creciente del autor de 'Hamlet' le restaron protagonismo y proyección internacional", explica Breden. Su figura, sin embargo, ha sido glosada varias veces en el cine. Por ejemplo,en la película Shakespeare in love, es el personaje que interpreta el actor Rupert Everett.
Marlowe murió con 29 años dejando tras de sí una leyenda de espía, ateo y homosexual que llega hasta nuestros días. De hecho, ha propiciado una colección de especulaciones conocida como la Teoría Marlowe que asegura que el autor no murió, sino que fingió su muerte y siguió publicando obras bajo el nombre de William Shakespeare.
Polémicas y conspiraciones aparte, el Doctor Faustus que estará hasta el 11 de marzo en los Teatros del Canal está adaptado por el dramaturgo David Desola, que ha conseguido que el texto, sin perder ni un ápice del espíritu con el que fue escrito hace cinco siglos, suene absolutamente fresco hoy. La puesta en escena, aunque se mantiene fiel al mundo isabelino, se adapta para las exigencias contemporáneas y clásicas, y se convierte en una pista de circo, que da pie a todo tipo de juegos escénicos.
Ángeles y demonios

"Cuando nos pusimos a ensayar nos encontramos con un montón de sorpresas que nos tenían preparadas", comenta el actor Óscar Sánchez Zafra, pescado al vuelo antes del ensayo general. "Hemos tenido que aprender algunas técnicas de equilibrio con telas y otras cosas, y muchas veces acababas los ensayos con cortecitos y moratones".
Zafra encabeza un elenco en el que también están Jesús Teyssiere, Bruno Ciordia, Alejandro Saá, Daniel Moreno, Alicia Garau, Jorge Gurpegui y Ana María Montero, la mayoría de los cuales han participado antes en producciones de la compañía Rakatá Teatro, que en noviembre de 2011 pasó a llamarse Fundación Siglo de Oro. El enfermo imaginario, El perro del hortelano, Fuenteovejuna o El castigo sin venganza, son algunas de las obras que puso en escena esta compañía en su anterior etapa.
En esta ocasión no vestirán trajes de época ni lucharán por derrocar al tirano, pero tendrán que volar, suspenderse en el aire, desaparecer... usando cuatro lienzos con aspecto de simples cortinas como el cordón umbilical por el que se descuelgan ángeles y demonios en busca del alma del desventurado Faustus; el último capricho de Lucifer.
Fuente: Esther Alvarado (www.elmundo.es)

No hay comentarios:

Publicar un comentario