El Festival de Otoño se estira y ahorra



A ver cómo lo llaman ahora. Ni Ariel Goldenberg, director desde hace 13 años del Festival de Otoño, luego Festival de Otoño en Primavera y ahora, que se sabe que se extenderá de noviembre a mayo (o junio) y se integrará en la programación regular y continuada de los Teatros del Canal, quizá “Festival de Otoño a Primavera”, ni él sabía ayer cuál será el futuro nombre de este certamen madrileño con 29 años de historia.
Lo que sí sabía, aún estando en Buenos Aires por asuntos familiares, es que cambiaba el formato y que ya tenía que pensar en programaciones para antes de final de año. También sabía que, en adelante, todo el festival se centralizará desde los teatros madrileños que dirige Albert Boadella, “aunque procuraré que siga habiendo programación del festival en el teatro de La Abadía, Cuarta Pared, Sala Pradillo...”, y esas salas de menor presupuesto que se benefician de la programación del certamen. También conocía Goldenberg que el presupuesto actual del festival, 1,2 millones de euros (una tercera parte de aquellos antiguos tiempos de bonanza), “se mantiene, o al menos eso me han dicho”, aseguró por teléfono.
Efectivamente, el vicepresidente regional y consejero de Cultura y Deporte, Ignacio González se esforzó ayer por remarcar que no era una cuestión de ahorro ni de crisis, sino de “impulso”. Sin embargo, tras esa bonita palabra, lo que hay es que se unen dos programaciones en una: Teatros del Canal y festival, Boadella y Goldenberg. Y, si el último no varia su presupuesto, siempre podría hacerlo el primero que, hasta ahora, contaba con aproximadamente dos millones de euros para su programación anual y que año tras año viene reduciéndose: un 15% menos en 2010-2011 y un 20% en el curso de 2011-2012.
Ayer nadie de la Comunidad pudo responder a la pregunta de cómo se gestionarán económicamente los Teatros del Canal a partir de ahora y si seguirá siendo la empresa Clece —filial de servicios de la empresa constructora ACS, propiedad de Florentino Pérez y gestora también del servicio de asistencia a domicilio de la Comunidad—, que ganó el concurso público que presentó la Comunidad en su día para la gestión de lo teatros, la que aglutinará toda la gestión. Hasta ahora, el presupuesto del festival se gestionaba directamente desde la Comunidad.
El runrún sonaba hace tiempo. Esta fusión de programación teatral era una vieja y recurrente idea esgrimida por el escritor Ignacio Amestoy (y también ex director del festival). Pero fue ayer el día elegido por González para hacer el anuncio, mientras se paseaba por las instalaciones del Centro Danza: "Se mantiene el festival, la marca y al directo", remarcó.
Ante la ausencia de Goldenberg, fue Boadella quien aportó los motivos de este cambio: “La concentración de espectáculos en un mes impide que muchos espectadores puedan asistir a todos los que que quieran y más ahora, con la crisis económica. Es mucho mejor prolongar las actividades en el tiempo para que el espectador de Madrid pueda ir al teatro cuando pueda. También hemos pensado en el espectador de fuera; a partir de ahora tendrá más posibilidades de ver la obra que desee”, argumentó. Y, aunque dijo que la programación propia de los teatros no se vería afectada, lo cierto es que mientras unos espectáculos llenen las salas no lo harán otros.
Fuente: María Hervás i Patricia Ortega Dolz (www.elpais.com)

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