Musicales, oxígeno para una taquilla al borde de la asfixia



Fuente: Alberto Ojeda (elcultural.es)

Los datos que publicó Faeteda (la asociación que agrupa a los empresarios del sector escénico) la semana pasada provocan escalofríos. El incremento del IVA en trece puntos porcentuales (el tipo aplicable a las entradas ha pasado del 8% al 21%) está haciendo mucho daño. El informe que ha elaborado la patronal de los teatreros compara los cuatrimestres de septiembre a diciembre de 2011 y 2012. Hay que recordar que fue en septiembre del año pasado cuando entró en vigor la nueva regulación del impuesto. Y a partir de ahí la hemorragia económica no ha parado de crecer. Tres apuntes fundamentales para calibrar la gravedad de la sangría. Primero: 1.798.394 espectadores menos (-34,43%). Segundo: la recaudación neta ha caído un 33.297.278 euros (-32'98%). Y tercero: pérdida de 596 puestos de trabajo directos. 


En mitad del desastre el musical, género popular por excelencia, que cuando cuaja es capaz de arrastrar riadas de público a los teatros, intenta mantener a flote la taquilla. Es imposible saber a ciencia cierta quién sufre más el impacto de la aumento del IVA: si el musical o el teatro de texto. Lo que está claro, como reconoce Jesús Cimarro, vicepresidente de Faeteda y presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid, es que "la gente cada vez va menos al teatro, selecciona más y eso provoca que las decisiones se concentren más sobre determinados espectáculos". En la actualidad, sobre el que un mayor número de espectadores confluye es sin duda El rey león, en el Teatro Lope de Vega. Desde su estreno en noviembre de 2012 ha superado con creces el millón de entradas vendidas. 



Julia Gómez Cora, directora de Stage Entertaiment, empresa holandesa especializada en la producción de musicales e implantada en Madrid desde hace 13 años, explica a El Cultural el peso específico de este montaje en los ingresos totales de las taquillas teatrales madrileñas. "La recaudación neta en Madrid ha caído un 39% si tenemos en cuenta sólo el teatro de texto. Si en el cómputo añadimos el musical, ese desplome se atenúa, quedando en 21%", afirma. Los datos resultan mucho más llamativos todavía si los concentramos en diciembre, periodo estrella de este género. "En diciembre del año pasado los musicales recaudaron un 60% del total de todas las obras de la cartelera. Y de ese 60%, El rey león supone un 80%". Nada menos. Estos números salen de la consulta de la Asociación de Productores de Teatro de Madrid a una de las tiqueteras más importantes: entradas.com (en el recuento se incluyen 25 teatros privados de la ciudad). Para las nueve funciones de Semana Santa ya tienen colgado el cartel de no hay billetes. El aforo del Lope de Vega son 1.460 localidades. Han vendido 13.140. Y eso en dinero contante y sonante significa -tatachán-: un millón de euros (un poco más, para ser precisos). 



Las preferencias del público, con estas cifras en la mano, parece obvio que se concentran. Un público que está lejos de ser exclusivamente capitalino: "El 70% del que viene a nuestros espectáculos llega de fuera de Madrid". Sin embargo, Jesús Cimarro, director gerente de la productora Pentación, le quita hierro al asunto. "Esas cifras bajan sensiblemente si tomamos todo el año como periodo de referencia. Ese 60% puede se reduce a un a un 25% o 30%". De hecho, meses como mayo o junio son muy deficitarios para los musicales, que ponen en danza equipos de entre 100 y 150 personas. Y advierte: "Hay comedias que dan mejor rendimiento que los musicales.Sofocos [hilarante retrato de los efectos de la menopausia] en el Nuevo Apolo está haciendo cien o ciento diez mil euros cada semana. Incluso algunas llega a la 125.000". 





Además, señala otros dos factores muy significativos a la hora de tener en cuenta la relevancia de los musicales en el panorama escénico global. "No hay que olvidar que ahora los musicales grandes en la cartelera madrileña son sólo dos, Sonrisas y lágrimas y El rey león [40 el musical se despide este domingo], cuando antes podían llegar a coincidir seis. El problema es que si no se llegan a unas determinadas ocupaciones se pierde dinero muy rápidamente y lo mejor es echar el cierre cuanto antes. No hay margen de aguante". 


José María Cámara, presidente de Drive, la otra gran compañía del sector, reconoce a este suplemento que antes se podía sobrevivir con un 50% del aforo completo pero que ahora como mínimo debe estar en el 65%. "Es que los márgenes de beneficio se han reducido drásticamente. El precio de las entradas se mantiene con respecto al año pasado, o incluso se ha reducido para evitar perder más espectadores, pero el IVA se ha disparado al 21%, creando el estigma de que el teatro es un bien de lujo para el ciudadano del que debe prescindir en un periodo de estrechez. Las empresas hemos asumido todo el impacto". 



En este contexto los récords de Hoy no me puedo levantar (dos millones y medio de espectadores entre 2005 y 2009) no se acarician ya por los empresarios de este sector ni en sus mejores sueños. Esta obra, por cierto, seguirá mejorando sus registros, pues volverá a estrenarse en Madrid el 12 septiembre próximo en el Coliseo. "Con unos efectos audiovisuales nunca vistos en España", explica Cámara. Y añade: "En su día cambió las reglas del juego en España. Consiguió, contando historias cercanas a nuestra propia cultura, arrastrar a muchas personas que jamás hubieran ido a un musical". 



En estas circunstancias hay que ser muy osado para poner en marcha un musical. Es un género que no permite las medias tintas. Las chapuzas y las soluciones improvisadas cantan rápido sobre el escenario. Y el público busca sumergirse en una atmósfera construida ex profeso para su disfrute durante tres horas. Pero no todo es color negro en el horizonte. Hay hitos que invitan a una moderada esperanza. Hoy no me puedo levantar, basada en la canciones y las peripecias del grupo Mecano, fue el primer musical de producción española que salió de nuestras fronteras. En 2006 estuvo en México. Ahora toma el relevo otra producción de Drive, Más de cien mentiras, orquestado con las canciones de Joaquín Sabina. También cruza el charco y se instala en el Teatro Liceo de Buenos Aires. "Es fundamental despertar interés en el exterior", remacha Cámara. Y en ello están. 

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