Todos quieren a Shakespeare



Fuente: Patricia Peiró (elpais.com)
No importa que William Shakespeare escribiera sus versos hace más de 500 años, que sus obras se hayan representado una y otra vez, ni que se hayan llevado al cine en numerosas ocasiones. El dramaturgo inglés es lo opuesto a una moda pasajera. Siempre se puede dar una vuelta a sus libretos. No hace falta siquiera alterar el texto original para adaptarlo a la época actual. Basta con aportar un nuevo punto de vista o con incorporar música pop. El trabajo del bardo de Avon casa con prácticamente todo. Dos de sus creaciones se han puesto de acuerdo para coincidir al mismo tiempo en los escenarios madrileños.
Mucho ruido y pocas nueces y Hamlet están ahora en cartel en las tablas de la ciudad. Como si los teatros de Madrid hubieran tomado el relevo de The Globe, el famoso espacio londinense que vio por primera vez la mayoría de las piezas de Shakespeare.
El Teatro del Arte presenta un Mucho ruido y pocas nuecesrejuvenecido, en el que Benedicto y Beatriz se enamoran a ritmo deSarà perchè ti amo, la famosa canción de Ricchi e Poveri. El director, Juan López, eligió un elenco de veinteañeros, y algunos casi ni eso, para “acercar el clásico a los espectadores más jóvenes”.
El reparto pasó tres de los cuatro meses de preparación de la obra trabajando en la palabra y haciendo ejercicios grupales para que el verso resultara natural. “No he cambiado ni una coma, he sido muy rígido en eso. Quería reivindicar que las tramas de Shakespeare son las que vemos hoy por hoy en cualquier película romántica”. En este caso el argumento es el de los dos personajes que se odian a ojos de todos, pero en realidad están locos el uno por el otro.
Su Beatriz es María Hervás y su Benedicto es Eduardo Ferré, al que López denomina como un “Messi de la interpretación”. Ambos están de acuerdo en que sus alter ego son “dos líderes natos con miedo a reconocer lo que sienten el uno por el otro”. Los dos actores se miran constantemente y casi acaban las frases del otro.
Prueba de la complicidad que el director trabajó durante los meses previos al estreno. “Es una obra adecuada para estos tiempos. La gente necesita comedias y yo estoy convencida de que somos capaces de ser felices con lo que hacemos día a día a pesar de la situación que vivimos”, asegura Hervás en un alegato optimista.
Hamlet, retrato de familia busca escenificar la ruptura de dos generaciones y la identifica con el momento de cambio que según el director, Ximo Flores, vive el país, tanto en lo económico como el lo político. Su príncipe y su Ofelia tienen 23 y 22 años respectivamente. Para Flores, ellos se identifican con lo que el llama generación Hamlet, porque se niega a denominarla perdida.
El texto es original de Shakespeare, aunque lo han reducido para que la obra dure solo algo más de una hora. El director diseñó una escenografía muy sencilla, en la que las luces dieran la impresión de envolver al público “en una atmósfera cinematográfica”. El montaje se completa con música en directo y una pantalla en la que se proyectan imágenes.
Cuándo y dónde


Hamlet, retrato de familia. Hasta el 31 de marzo en la Sala Verde de los Teatros del Canal. (Cea Bermúdez, 1). De martes a sábado a las 20.30. Domingo a las 19 horas. De 10 a 22 euros.
Mucho ruido y pocas nueces. Hasta el 7 de abril en el Teatro del Arte (San Cosme y San Damián, 3). De miércoles a sábado a las 19.30. Domingos a las 19 horas. De 14 a 18 euros.

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