Una ventana para el teatro novel



Fuente: Sergio Delgado Salmador (elpais.com)
La ilusión toca a su fin. Un mes después de su arranque, el concurso de teatro para espectáculos de pequeño y mediano formato Scena Simulacro llega a su recta final con la gala del próximo martes 7 de mayo en la sala El sol de York. Aquí, el certamen encumbrará a una de las ocho compañías participantes como ganadora y será premiada con la entrada en la programación de la próxima temporada.
"La idea es ser un altavoz para quienes tienen cosas interesantes que mostrar y dar a conocer a gente que está empezando. El mercado atraviesa un momento complicado y para ellos es aún más difícil", comenta Rafael Romero de Ávila, coorganizador del evento. Scena Simulacro nació en 2006 con el deseo de crear una red de teatros comprometidos que promocionasen a actores y compañías jóvenes. Tras siete ediciones colaborando con la sala Triángulo, el proyecto ha estado presente este año en cuatro salas alternativas: Azarte, El sol de York, Garaje Lumière y Sala Tú. 
Además de tratar de impulsar a colectivos y salas emergentes, el concurso entregará dos premios. El primero, el gordo, consiste en entrar en la programación de la sala en la que la compañía vencedora actuó y será otorgado por un jurado formado por profesionales de las artes escénicas -directores, actores, gestores y periodistas-. "En años anteriores estuvieron entre dos semanas y un mes, pero dependerá de cómo funcionen", matiza Romero de Ávila. El otro, consta de una pequeña gratificación económica de 150 euros que recibirá el colectivo que vote el público como su favorito.
Pero la recompensa es, en realidad, triple. La participación en el certamen ha permitido a los grupos teatrales llegar a una cantidad de personas más elevada que, en el caso del ganador, se verá reforzada. "Es una oportunidad para poder mostrar lo que estás haciendo a mayor nivel. Supone más difusión. Lo que cuenta es que el público lo vea y le guste", valora Paloma Rodera, miembro de Teatro al punto.
La creación de un espacio como Scena Simulacro supone para las compañías un empujón a su carrera y la apertura de nuevos horizontes. Provenientes de Madrid, Valencia e, incluso, algunos actores de México, los tres finalistas - Teatro colaborativo, La panda de Yolanda y Teatro al punto- defienden la iniciativa teatral. "En Madrid no nos conoce nadie y tampoco sabemos muy bien movernos por los circuitos de allí. Es una gran ocasión para actuar ahí y disfrutar", explica Mercé Tienda, protagonista del espectáculo valenciano Üiqüis, "estar programados es una oportunidad para seguir avanzando". Como todo artista en sus inicios, las compañías más jóvenes se efrentan a mayores dificultades ante la falta de recursos y el hecho de ser menos conocidos. "Se sobrevive teniendo otros trabajos y con mucho amor por lo que se hace. No da para vivir de esto pero esperemos que algún día sí. Sin embargo, Madrid se está poniendo al día en comparación con otras ciudades europeas. Están empezando a emerger un montón de salas e interés por el teatro", se suma la voz de Rodera.
Más allá de la ola de recortes y ajustes de cinturón clásicos del momento económico, tanto las compañías como los organazidores miran al futuro con optimismo. "A nivel institucional se dan menos ayudas pero hay un sector de la sociedad que tiene ganas de más", opina la joven Rodera. Gracias a esa tendencia han aparecido en los últimos años más salas en un circuito que, lejos de desaparecer, lucha por salir a flote. "En España sí hay interés por el teatro y la cultura pero la difusión es pobre. No hemos encontrado todavía la clave para atraer al público", reflexiona con tono autocrrítico Romero de Ávila.

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