Los imperdibles del Temporada Alta


Fuente: Maricel Chavarría (lavanguardia.com)

Temporada Alta sigue con su doble línea de actuación y anuncia para su 23.ª edición de este otoño apuestas de altura, tanto en lo relativo a la creación catalana como a las grandes propuestas internacionales, esas piezas de última hornada teatral que de no ser por este Festival de Tardor de Girona -o por el Grec de Barcelona- no llegarían a recalar en Catalunya. La programación al completo no se dará a conocer hasta primeros de septiembre, pero de momento, para abrir boca -y dejarla bien abierta-, el festival avanza una idea muy nostrada con la que sin duda sorprenderá. Se trata de un proyecto del actor Lluís Homar -que debutó en escena a los 16 años con Terra baixa en el papel de Manelic- que consiste en la adaptación para un actor solo de la obra de Àngel Guimerà. Dirigido por Pau Miró, autor junto a Homar de la reescritura de la obra, el actor barcelonés interpreta en esta Terra baixa & Lluís Homar a todos los personajes de la obra, dándose a sí mismo la réplica o dejándola a veces implícita.

"Lo que hace Homar aquí es impresionante -apunta Salvador Sunyer, director del Temporada Alta-, pues lo consigue sin disfrazarse ni simular voz de mujer cuando por ejemplo interpreta a Marta. La verdad es que cuando ves la pieza parece que la obra está hecha así en origen, porque en ningún momento requiere de nada más". Producción de Temporada Alta/El Canal, la obra, que cuenta con una vasta escenografía y música de Sílvia Pérez Cruz, recalará luego en la cartelera del Teatre Borràs de Barcelona.

Otra curiosísima adaptación es la que ha realizado Jordi Casanovas a partir de las transcripciones de los interrogatorios del juez Ruz a Luis Bárcenas y que el festival de Girona acoge en esta edición. Sin añadir ni una sola palabra, Casanovas consigue a modo de patchwork combinar los fragmentos del juicio al extesorero del Partido Popular poniendo en evidencia la desfachatez de determinadas afirmaciones. Ruz-Bárcenas, que así se llama la pieza, con Manolo Solo y Pedro Casablanc dando vida al juez y al extesorero respectivamente, está dirigida por Alberto San Juan, y de hecho ya se vio el pasado mayo su Teatro del Barrio de Madrid.

Dicho lo cual, y sin olvidar otros espectáculos ya en curso que se verán también en el Festival de Tardor -como puede ser La partida, dirigida por Julio Manrique (estuvo en el Romea) o éxitos de la cartelera barcelonesa como ese Bits del Tricicle o Dones com jo de las T de Teatre- es hora de entrar a desgranar la vianda que llega de allende, por tierra, mar y aire. Para empezar, la nueva apuesta de Temporada Alta por la ópera -como lo oyen-: un Macbeth de Verdi procedente de Sudáfrica que traslada la acción al África poscolonial. 

"Todo el texto tiene sentido, pues se trata en definitiva de las batallas por el poder, con una puesta en escena importante. Nosotros no traeremos óperas como las que pueda traer el Liceu -puntualiza Sunyer-, no haremos una Madama Butterfly, sino óperas cuya baza es la puesta en escena, un poco en la línea del Théâtre La Monnaie de Bruselas". La obra cuenta con doce cantantes africanos, una orquesta de quince o dieciséis músicos, proyecciones de vídeo y una parte plástica, no en vano el director de escena, el sudafricano Brett Bailey, es además artista plástico. 

No es la primera vez que Temporada Alta enseña la patita en el el ámbito de la lírica: en el 2009 trajo un Woyzeck -curiosamente también con impronta sudafricana- del polivalente William kentridge. Pero si entonces lo hizo con La Monnaie, ahora su partenaires son el Barbican de Londres, el Festival de Otoño de París o el de Ópera de Viena.

Otro golpe de gracia será este Coup fatal -mejor espectáculo en Aviñón 2014- que propone el belga Alain Platel en coproducción con su grupo KVS y Les ballets C de la B. También con bailarines negros, al son de melodías barrocas acompañadas de música tradicional y popular congoleña, rock y jazz... todo ello en directo.

Y otro broche internacional, este en clave de humor: el argentino Sergio Boris, un descubrimiento de los últimos años, debuta en España con Viejo, solo y puto, una obra de creación sobre lo que sucede en la trastienda de una farmacia de Buenos Aires... "Muy distinto a lo que hemos visto de Argentina, más esperpéntica", explica Sunyer. Otra novedad será un ejemplar de la escuela nórdica de circo contemporáneo con uno de sus máximos exponentes, los suecos Cirkus Cirkör y un espectáculo sobre la paz.

Este año es el que más estrenos absolutos tiene a pesar del menor presupuesto. Con la crisis el Temporada Alta se convierte en un polo de estrenos importante. Y ahora cuenta con el llamado Cercle de la Fundació La Ciutat Invisible creada en el 2013, esto es, un grupo de empresarios que participan económicamente a título personal -"queremos que se impliquen, no puede ser muy numeroso"- y que este año esponsorizará un espectáculo internacional.

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