PREMIS I CÀSTIGS


DRAMATURGIA y DIRECCIÓN: CIRO ZORZOLI
INTÉRPRETES: IVAN BENET, MAMEN DUCH, CAROLINA MORRO, MARTA PÉREZ, CARME PLA, ALBERT RIBALTA, JORDI RICO, ÀGATA ROCA y MARC RODRÍGUEZ
DURACIÓN: 85 min
FOTO: DAVID RUANO
PRODUCCIÓN: GREC 2015 FESTIVAL DE BARCELONA, T DE TEATRE y TEATRE LLIURE
TEATRE LLIURE MONTJUÏC (GREC 2015)

A muchos teatreros nos gustaría vivir todo el proceso de creación de un espectáculo. Ver como nace de la nada y se va desarrollando con la ayuda de todas las personas implicadas. T de Teatre nos ofrece esa mirilla para ser parte de unos ejercicios interpretativos para conseguir el virtuosismo en las actuaciones. Durante casi 90 minutos observaremos desde el más mínimo detalle o gesto hasta los ensayos posteriores de la obra.

Con la Sala Fabià Puigserver con una desnudez poco habitual, nos sumergimos en una sala de ensayo. Vestidos de época, porque los ensayos de la obra nos trasladan a la vida de pagés del finales de siglo pasado. Teatro dentro de teatro, donde se busca la verdad, hacer que el espectador no sienta que todo es ficción por lo que no hay cuarta pared, el público es a la vez público dentro de público. Demasía al cuadrado todo junto.

Como la idea de actores interpretando a actores no es nueva, se busca rizar el rizo con una farsa de la profesión actoral. Ni virtuosos ni perfectos, como simples monigotes los actores buscan forzar la risa, pero las continuas repeticiones y un humor excesivamente histriónico produce más agotamiento que diversión. La obra funciona a trancas y barrancas durante la primera parte de ejercicios, 45 minutos (aprox.), a partir de lo cual el ritmo empieza a decaer y las miradas al reloj se vuelven cada vez más frecuentes.

A nivel de interpretación todo queda demasiado forzado, el querer agradar llega a límites imposibles. Los gags no acaban de funcionar del todo y el histrionismo se apodera de la escena. Es evidente que le falta recorrido, ha salido demasiado verde de la sala de ensayos directamente al estreno. Todo se puede justificar, aunque pienso que la idea inicial ha sido estirada demasiado para un espectáculo de 90 minutos. Tiene que pasar alguna cosas más allá de ver a los actores ensayando y perfeccionando la técnica, porque aunque en un momento un actor asegura que hay intérpretes que no nacen con talento, pero les salva la técnica, en Premis i Càstigs ni eso. A la salida me siento más castigada que premiada, lo cual me entristece, pero sé que si no hay verdad la técnica no nos salvará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario